Los caballeros medievales Pedro Fernández Pecha y Fernando Yáñez de Figueroa decidieron emprender una vida monacal siguiendo los pasos de San Jerónimo. En 1415, varios monasterios se unieron formando la Orden de San Jerónimo, fundamentalmente hispánica, puesto que sólo se desarrolló en España y Portugal, contando con el favor de los reyes por su austeridad y espíritu de penitencia. El cortijo “El Esparragal” fue uno de esos conventos jerónimos que buscaban el equilibrio entre la oración y el trabajo, un lugar para el recogimiento.

¿Sabías que Juan II de Castilla fue quien entregó a Fernando de Medina los terrenos del cortijo? Fue el padre de Isabel la Católica y su historia está ligada a Álvaro de Luna, que acabaría siendo condestable y una figura importante en la Historia de nuestro país.

El Cortijo es una pieza de la Historia de Andalucía. Así lo prueban documentos como este

Ignacio y Juan fueron quienes iniciaron a finales del XIX la estructura moderna de lo que es hoy El Esparragal.

Ignacio fue el primero en adquirir las primeras tierras, aunque se debe a su hermano Juan la integración de la mayoría de las fincas. La última compra fue el cortijo La Estrella, cuyo nombre da título a una de nuestras habitaciones del hotel.

Una de las joyas de la corona del cortijo: el libro de adquisiciones de los territorios que tenían los Jerónimos desde el inicio de la propiedad. Es un trocito de la Historia de España y también de Andalucía.